Las secuelas de los tratamientos contra el cáncer retrasan la recuperación de los enfermos

Entre el 10 y el 15% de los pacientes de cáncer que reciben tratamientos con quimio o radioterapia no recupera el cabello

 

•    La estética es una de las secuelas que más preocupa a los enfermos de cáncer después del tratamiento. La pérdida de cabello, ejerce un efecto psicológico negativo y retrasa la recuperación. Entre un 10% y un 15% de ellos no recobra el cabello después del tratamiento.
•    La bioestimulación y los microinjertos son los tratamientos que pueden ayudar a los pacientes a recuperar su imagen y, con ella, olvidar la enfermedad y sus secuelas.
•    La atención para los cuidados del cabello puede comenzar desde el diagnóstico con hábitos dietéticos e higiénicos, consejos de cosmética y maquillaje y prótesis adecuadas para cabeza y cejas hasta que tienen el alta oncológica.
•    De los pacientes que recurren a estos tratamientos, un 70% son mujeres y un 30% hombres.


Todos los pacientes de cáncer sufren secuelas por la enfermedad; generalmente físicas, pero también psicológicas: el miedo a que vuelva a repetirse el proceso tiene una presencia constante. La recuperación de la seguridad, la autoestima y de una vida normal juegan un papel fundamental en la superación de la enfermedad y la estética es clave en este proceso.


El doctor Víctor Salagaray,  especialista y pionero en la investigación y el tratamiento de los problemas del cabello, ha tratado a muchos pacientes de oncología y asegura que “el cáncer es una enfermedad grave y los oncólogos deben centrarse en curar al paciente, así que las secuelas estéticas pasan a un plano secundario. Sin embargo, tanto durante el tratamiento como cuando ya lo han finalizado, para los pacientes, en especial para las mujeres, recuperar su imagen es esencial porque les ayuda a olvidar antes la enfermedad”.

La pérdida del cabello es una de las secuelas estéticas más habituales tras los tratamientos de quimio y radioterapia. Aunque no todos los pacientes ni todos los fármacos producen la misma pérdida del cabello ni de la misma forma, en el cien por cien de los casos este es uno de los principales efectos secundarios de la medicación. En el caso de la quimioterapia, el cabello pierde grosor, vitalidad, capacidad de crecimiento y brillo y es habitual que, aunque se recupere, provoque un cambio de imagen profundo. La radioterapia, por su parte, produce lesiones por quemaduras. En conjunto, entre un 10 y un 15% de los pacientes no vuelven a recuperar el pelo como secuela de los tratamientos.


La medicina capilar puede ayudar a los pacientes de cáncer tanto durante como después del tratamiento evitando en la medida de lo posible la aparición de secuelas:

•    Prevención y cuidados anteriores: un enfermo que sabe de antemano que va a perder el cabello a causa de su tratamiento puede paliar los efectos de los medicamentos a través de:

o    Hábitos dietéticos e higiénicos que favorecen la salud del cuero cabelludo y estimulan el crecimiento.
o    Uso de cosmética específica para cuidar la piel dañada y disimular las secuelas.
o    Antes de sufrir la pérdida, se puede realizar un estudio sobre su imagen para elegir las prótesis temporales adecuadas, no solo para la cabeza sino también para las cejas, una zona que influye mucho en el aspecto del paciente pero que pocas veces se trata.
o    Según aconseja el doctor Víctor Salagaray: “es preferible afeitarse la cabeza y colocarse una prótesis en el mismo momento antes que vivir el proceso de la caída, que suele provocar mayor sufrimiento a los pacientes”.

•    Tratamientos para la pérdida: entre tres y seis meses después del tratamiento oncológico, cuando el paciente recibe el alta y el oncólogo lo permite, se pueden utilizar distintas técnicas para recuperar el cabello perdido en función de las necesidades de cada paciente:

o    Bioestimulación: ha gozado de muchos avances en los últimos años. Su objetivo es aportar al cuero cabelludo los principios activos y los nutrientes necesarios para que el cabello que se ha quedado débil recupere su grosor y su vitalidad.
o    Microinjertos capilares: es un proceso de "autodonación" mediante el cual se rellenan las zonas en donde el cabello ha caído con el propio pelo del paciente. Se injerta respetando el mismo ángulo y dirección del cabello original, consiguiendo un aspecto natural y estéticamente perfecto recuperando el cabello de manera definitiva.

•    Cicatrices: las cicatrices de operaciones en los casos de tumores cerebrales se pueden también eliminar a través de microinjertos capilares o plastias.

De los pacientes que recurre a este tipo de tratamientos, un 70% son mujeres y un 30% hombres.


Acerca de Clínica Salagaray
Clínica Salagaray es un centro pionero en el que se tratan todos los problemas relacionados con el cabello, de forma personalizada y responsable con el paciente. Su filosofía absolutamente diferencial le ha convertido en una referencia de prestigio nacional e internacional.

Su funcionamiento está centrado en las personas: el apoyo y la atención a los pacientes y la solución de todos los problemas capilares a través de los métodos más modernos y con un equipo multidisciplinar formado por los mejores profesionales de los ramos de Dermatología, Ginecología, Endocrinología y Cirugía Plástica, subespecializados a su vez en problemas del pelo, que se refuerza con colaboradores en otras especialidades cuando es preciso (hematólogos, oncólogos, psicólogos, etc.).

Está dirigida por el doctor Víctor Salagaray, que cuenta con más de 10 años de experiencia en esta especialización, a lo largo de los cuales ha realizado más de 4.000 intervenciones exitosas.

Doctor Víctor Salagaray

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